Te traemos aceite de Argán, 100% puro, 100% orgánico, directamente de las manos de sus productores locales en el sur de Marruecos.
El aceite de Argán pasó de ser un absoluto desconocido en occidente, a ser uno de los secretos de belleza más laureados, y no sólo eso, además es considerado uno de los ingredientes esenciales en toda cocina con estrellas Michelin, y la verdad es que no es de extrañar, un producto tan sencillamente natural, totalmente orgánico, y que contiene todos esos nutrientes, además de un sabor exquisito, merece de sobra el sobrenombre del oro líquido marroquí.
Pero, cómo se obtiene este oro líquido? Y qué diferencia hay entre el cosmético y el comestible?
La producción del aceite de Argán es una tradición milenaria que ha ido pasando de generación en generación en el sureste marroquí, el aceite se obtiene tras un proceso muy laborioso que empieza con la colecta de la fruta madura del árbol de Argán, ya sea del mismo árbol o del suelo tras caer esta. Posteriormente, se abre la fruta a base de presión para llegar a la nuez, que su vez se rompe para obtener la semilla que hay dentro. Esta semilla es la que se expone al prensado en frío, una técnica que consiste en prensar la semilla siempre a temperaturas por debajo de los 27 grados, para asegurar que el aceite conserve todos sus nutrientes y propiedades.
La diferencia entre el aceite de Argán cosmético y el comestible es que para producir el comestible, las semillas extraídas de la nuez de Argán se tuestan un poco antes del prensado, para darle ese sabor y aroma únicos, mientras que el aceite cosmético se obtiene del prensado de las semillas del Argán sin tostar.
En ambos casos, el aceite de Argán es obtenido únicamente prensando la semilla de Argán…Nada más!
